lunes, 27 de enero de 2014

La savia nueva de la educación no regular



La savia nueva de la educación no regular
                                                                       Rafael Lucio Gil  IDEUCA
La educación es el principal patrimonio del país para abonar a la construcción de un futuro humano, inclusivo y sostenido. Tal educación ha quedado reducida a la escuela, quedando naturalizada, claudicando entre rutinas, pérdidas de sentido y compromiso. Esta disolución del sentido y significado, hace que esta educación posea una visión simplista, corta de vista, poniendo en grave riesgo el futuro de las personas y el país.
La educación regular ha transcurrido como la gran triunfadora, la única válida reconocida. Sigue siendo vista como la única organizada, con currículos estructurados; la que acredita los saberes y es aceptada por las empresas, la familia y la sociedad, siendo la que obtiene más recursos. Este triunfalismo e imperialismo de la educación formal y regular, enseñoreada como la única arma educativa,es la que se viabiliza a través de la escuela. Se ha hecho creer que la educación empieza y termina en la escuela, empobreciendo su enorme potencial al encarcelarla en el aula. Esta ha empobrecido los contenidos y metodología y lo más peligroso, ha debilitado la conciencia y compromiso con la renovación e innovación pedagógica. En tanto la escuela se ha formalizado y mecanizado, ha cerrado puertas y ventanas al entorno, aislándose de la realidad compleja y cada vez más exigente. Es esta pérdida de sentido, ocasionada por su aislamiento, reduccionismo y endogamia, la que hace a la escuela ser profundamente resistente a transformarse a sí misma.
Es cierto que la escuela hace esfuerzos cada vez mayores por transformarse; sin embargo, mientras su currículum no tenga la flexibilidad debida para responder a los intereses y necesidades de la comunidad, y los docentes acorten la brecha existente entre la lógica estudiantily su propia lógica pedagógica, estas reformas estarán llamadas a producir más de lo mismo.
Un rostro muy distinto se respira cuando se entra en contacto con programas de la educación no regular de la Dirección General de Educación de Jóvenes y Adultas y de organismos no gubernamentales de la sociedad civil. A diferencia de la educación regular, la cara de la educación no regular respira aires nuevos y juveniles, con un compromiso profundo con el rescate educativo dederechos de las personas más pobres e inalcanzadas por la educación escolar, las que logran superar la “cultura del silencio, incorporando la cultura de la palabra”.
Estos rostros desempeñan su papel como técnicos departamentales, locales, facilitadores de alfabetización, maestros y maestras populares e instructores de habilitación laboral. Rescatar las historias de cada persona, desde un enfoque y práctica de género,para sistematizarlas, es una tarea estratégica y la oportunidad de extraer las experiencias exitosas y no exitosas de enseñanza-aprendizaje, de contacto directo con el desarrollo de la comunidad, de innovación educativa y de nuevos elementos teóricos que contribuyan a enriquecer la pedagogía habitual académica con frecuencia envejecida. En esta relación directa con la realidad de las comunidades más pobres, reside la clave de la vibrante experiencia educativa que están escribiendo educadores y educadoras populares, que construyen procesos educativos de calidad al tocar las fibras más sensibles de lo más genuinamente humano.
Cuando la educación regular apenas logra penetrar en el 10% visible del iceberg de las personas que sobresale en el mar de la educación, desde la sistematización de estas experiencias educativas populares no regulares, se logra profundizar también en ese 90% oculto que queda desapercibido en los procesos educativos regulares. Se trata de recuperar estas experiencias educativas desde los procesos que viven los educadores, como personas, en su ámbito individual, su desempeño pedagógico, su espacio familiar y comunitario y su participación en los procesos de transformación social, desde lo más profundo, desde lo “senti-pensado” (sentimientos y pensamientos), desde lo ideográfico.
Se trata de desentrañar la educación más genuina, estrechamente entrelazada con la vida cotidiana de los sectores más pobres. Educación más auténtica ligada a la vida del país, de sentido profundo, concienzuda, hermanada con el tejido del desarrollo comunitario. La educación que mantiene sus puertas y ventanas abiertas a tiempo completo a las personas y a su nicho ecológico, la comunidad. Su savia, en tanto logremos rescatarla y sistematizarla, seguramente irradiará su vitalidad y oxigenación a las otras educaciones.

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