martes, 31 de enero de 2017

Nuestro desarrollo demanda otra educación(2)

Rafael Lucio Gil *
  •  |
El artículo anterior (publicado en esta sección el 18/01/2017) presentó cuatro ámbitos cruciales que demandan ser transformados. En igual sentido anotamos aquí, como continuidad, otros aspectos de especial relieve, para una auténtica transformación educativa. En el próximo y último artículo(3) del tema, podrán conocer otros ámbitos que demandan ser transformados.
La educación actual carece de direccionalidad, por lo que necesita responder a esta pregunta: ¿Qué educación necesita Nicaragua, y a qué modelo de desarrollo deberá orientarse?  Esta pregunta ni siquiera ha sido planteada. Por ello, la educación que tenemos marcha ciega, sin rumbo. Ni siquiera prepara para el actual modelo de desarrollo que, si bien genera riqueza, no hace que sea bien distribuida, generándose cada vez mayores niveles de desigualdad. Esto explica la desconexión profunda entre la actual educación y el desarrollo. El país, en su conjunto, demanda concertar un modelo de desarrollo, que esté centrado en el Desarrollo Humano Sostenible y la producción de riqueza para todos. Un desarrollo respetuoso y promotor de institucionalidad, derechos humanos, participación democrática de todos los sectores; que defienda el Estado de Derecho con poderes independientes. Un modelo que supere las brechas de injusticia y desigualdad, que conciba y trate la educación como derecho humano; que demande personas con capacidades cognitivas, éticas, técnicas, tecnológicas; con participación ciudadana, conocimientos científicos y humanísticos; y con valores que dinamicen la lucha contra la injusticia y la superación de la corrupción.
De valores esquemáticos y lemas impuestos e incomprensibles, a valores vivos surgidos de la reflexión crítica compartida que realice la educación sobre la dinámica social:  Frente a un listado de valores proclamados por la actual educación que son memorizados, poco comprendidos y aislados de la identidad nacional, es preciso una educación capaz de enseñar valores surgidos de la reflexión crítica de la práctica real. Frente a un currículum implícito y modelaje negativo que proporciona la dinámica  del Estado, el país y la misma educación, del que emanan antivalores, se espera una gestión del centro educativo y del aula, capaz de enseñar a reflexionar críticamente sobre la sociedad, el estado, la clase política, la familia y el comportamiento personal y social, para extraer de ello los valores que son urgentes y están ausentes. Así, frente a la falta de transparencia y corrupción generalizadas, vale desarrollar comportamientos educativos críticos y comprometidos con valores democráticos sanos y auténticos, capaces de luchar por los derechos y en contra de toda injusticia.
Los centros escolares requieren transformar sus estructuras muertas, en ambientes letrados: Una característica generalizada de los centros educativos, es que no constituyen ni aportan ambientes educativos, letrados, motivadores del aprendizaje. Sus estructuras muertas, descuidadas, no proyectan cultura científica y cívica, ni invitan al aprendizaje. Las neurociencias aportan, hoy, la importancia que tiene para la niñez, contar con ambientes que comuniquen cultura, saber científico y comportamientos cívicos. Aulas que les llamen la atención, con mensajes educativos motivadores y comunicacionales, que inciten a aprender. Convertir paredes vacías en santuarios de cultura y saber, con producciones de docentes y del estudiantado. El cerebro amplía su capacidad y plasticidad, en tanto convive con imágenes atractivas y contenidos educativos desafiantes. En cambio, cuando los centros se ambientan con propaganda política, se induce al pensamiento único y predeterminado, al margen de la libre determinación que debe proclamar la educación.
Es preciso invertir el tiempo necesario en el aprendizaje, con más  días y horas de clase, llenándolas con múltiples oportunidades de aprendizaje: En la actualidad, ni siquiera se cubre el mínimo de 200 horas establecidas, ocupando parte de ellas en tareas externas no educativas. Las dinámicas internas de la clase, acaban siendo notablemente ineficientes, invirtiendo gran parte del tiempo en aspectos organizativos, control y explicación, restando poco para actividades de construcción de conocimientos; se privilegia la simple memorización y mecanización de la explicación docente. Es necesario pensar en jornadas escolares de tiempo completo, en que se reserve tiempo, con la tutoría docente debida, para estudiar y compartir aprendizajes. Como es obvio, ello exigirá disponer de comedor y alimentación necesaria. Estos cambios apoyarían el logro de aprendizajes de más calidad, asegurando el desarrollo de hábitos de estudio y la realización de las tareas escolares que, por lo general, no suele realizar el estudiantado en casa.

* Director IDEUCA

miércoles, 18 de enero de 2017

Nuestro desarrollo demanda una educación diferente(1)

Rafael Lucio Gil *
  •  
Es la educación, sin duda alguna, la clave del desarrollo humano sostenible de Nicaragua. Algunos indicadores económicos positivos, anuncian un crecimiento económico llamativo. No obstante, la sostenibilidad y sanidad de dicho crecimiento, requieren tener rostro humano y como principal aliadas a una educación transformada. Mientras esto no se haga realidad, se pone en grave riesgo el desarrollo y futuro del país. Señalaremos, en tres partes, aspectos que creemos son troncales para una auténtica revolución educativa.
De currículos centrados en asignaturas, a currículos actualizados científicamente, basados en capacidades y competencias reales: La transformación curricular del 2009, si bien pareciera orientarse en competencias, acaba centrándose en asignaturas, descuidando totalmente el desarrollo de capacidades, y desnaturalizando por completo en la práctica del aula, el desarrollo de las competencias. En los últimos años se han incorporado nuevas asignaturas, como “emprendimiento”. Pero el éxito no reside en más asignaturas, sino en integrar conocimientos clásicos y nuevos en ejes de enseñanza-aprendizaje, articulándolos entre sí. Además, se necesita que las competencias esperadas resulten de la integración y unidad real entre el conocer, el saber hacer, el saber ser y el saber aplicar con utilidad. Urge superar currículos centrados en la teoría, y estrechar lazos firmes entre los conocimientos y la realidad del país en la cual se deben aplicar.
De aprendizajes memorísticos de hechos y conceptos, a aprendizajes comprendidos, integrados y aplicados al contexto cotidiano y útil: Este paso es crucial. Por el momento, lo que se aprende en todos los niveles y grados, se centra únicamente en retener y reproducir mecánicamente hechos, fechas y conceptos. La gran diferencia entre las pruebas del Serce Y Terce del Laboratorio de Calidad de la Unesco  (Chile), que se aplican en Latinoamérica, y las pruebas PISA aplicadas en varios continentes es que, mientras las primeras se centran en la comprensión y reproducción del conocimiento científico, la segunda tiene por objetivo que el estudiantado logre con los conocimientos aprendidos, aplicarlos demostrando qué pude lograr con ellos y generando nuevos saberes.  Esto último nos invita a aplicar nuevas metodologías dirigidas (Enseñanza Problémica), no tanto a explicar contenidos, sino a indagar los conocimientos, integrándolos entre sí a través de pequeñas investigaciones.
De un pensamiento educativo preso de la rutina, el menor esfuerzo y el pensamiento único, a un pensamiento liberado, abierto, crítico y comprometido con la transformación de la realidad: El mejor currículo sucumbe, cuando se prohíbe pensar distinto, con creatividad y búsqueda libre de soluciones y opciones políticas. Cuando la inteligencia está sitiada, sin posibilidades de motivarse a explorar caminos; cuando las soluciones, orientaciones y caminos ya están prescritos en la educación de la niñez y adolescencia, el pensamiento no desarrolla sus capacidades de abrirse a mundos y sociedades diferentes, no se motiva a superar retos intelectuales nuevos, ni a concebir un país diferente. El aprendizaje de la lectura y escritura, desde el nivel primario y secundario, persiste con fuertes debilidades y vacíos, lo que impide desarrollar el pensamiento con la solidez requerida, limitándose este a reproducir ideas, a repetir lemas no comprendidos, a servir de comodín de distintas formas de poder, y a ser usado como portátil política de intereses no educativos. No superar estos graves déficit, empeñará cualquier esfuerzo por desarrollar y liberar el pensamiento de la niñez y adolescencia.
De la reproducción mecánica de modelos de gestión educativa centralista, al desarrollo de la iniciativa, creatividad, innovación de ideas y de modelos y estrategias, en la dirección de centros y actuación pedagógicas: Los centros educativos son presas de un centralismo absurdo y contradictorio desde el centro de decisiones, que anula gradualmente capacidades y posibilidades de mejorar la calidad, e induce al temor y miedo a provocar cualquier cambio no orientado; dirigentes y docentes se acomodan esperando orientaciones, perdiendo oportunidades de generar cambios y buscar soluciones en los contextos diversos del centro educativo. Cuando se descentraliza el poder y no los problemas, el centro educativo cobra vida y las posibilidades de generar identidad propia y calidad, nutren la creatividad y posibilidad de desarrollar procesos de innovación y contextualización educativas.
* Director Ideuca.