lunes, 21 de septiembre de 2015

Necesitamos un pueblo lector



Rafael Lucio Gil*
20 septiembre 2015

En las últimas décadas, las Cumbres Mundiales de Educación y múltiples iniciativas de reformas educativas de los países más preocupados por su educación, sobresale el interés de priorizar el aprendizaje básico de la lectura y la escritura y la aritmética. De hecho, tanto la Cumbre Mundial de Educación para Todos de Jomtiem (Tailandia, 1990), como su rememoración en Dakar (Senegal, 2000), y el reciente Foro de Incheon, Corea del Sur, reiteran este interés.
El aprendizaje de la lectoescritura y su desarrollo hasta lograr su nivel de madurez en la educación escolar, representa la antesala y condición imprescindible para que la calidad de los aprendizajes logre darse. Cuando este aprendizaje no se logra desde los primeros años de la educación, se hipoteca la calidad de las profesiones y el futuro de la sociedad, su desarrollo humano y económico.
Al pasar revista a los diferentes niveles educativos podemos constatar este drama profundo, al que aún no se le da la importancia debida. Los jóvenes que llaman a las puertas de la universidad, en su mayoría, fracasan en este intento, precisamente porque su condición lectora y escritora es extremadamente deficiente. Ello les impide, no solo leer con la fluidez requerida, sino de manera particular, comprender lo que leen, impidiéndoles resolver exitosamente las cuestiones relativas a la prueba de español, e incluso la de matemáticas.
Lo anterior pone de manifiesto que el proceso de desarrollo de esta habilidad lectoescritora, en el continuum curricular de la educación básica y media, no se está logrando, comprometiendo gravemente un amplio conjunto de competencias de aprendizaje, cuya calidad está en dependencia del logro previo de esta competencia.
Lo grave del caso es que, cuando esta metacompetencia no se logra en los primeros niveles, tampoco se superará en la educación superior, trasladando este déficit al ámbito profesional, con las consecuencias funestas que ello conlleva. En este mismo sentido, la falta de comprensión de lo que leen y escriben, se convierte en el principal obstaculizador de su aprendizaje y de su futuro profesional. Lo más triste, a este respecto, es que la falta de metacomprensión y metaescritura hace que los propios educandos no tengan conciencia de que no están comprendiendo lo que leen y escriben.
Las raíces de este grave problema educativo debemos ubicarlas en la formación que reciben maestros y maestras en su preparación inicial. Efectivamente, la escuela normal tiene la función de preparar a los futuros educadores en los contenidos y competencias científicas de las disciplinas que deben enseñar, y en las capacidades pedagógicas y didácticas que posibiliten esta transferencia. Para ello estudian más de veinte asignaturas, sin intensificar su preparación en lectura y escritura, a sabiendas que la preparación con que ingresan sus aspirantes a la escuela normal es sumamente deficitaria. Basta visitar escuelas, particularmente en el ámbito rural, para darse cuenta de los problemas ortográficos y lectores de maestros y maestras normalistas.
Lo dicho permite entender que los hábitos lectores y de escritura de la ciudadanía en general también sean precarios, lo que tiene sus raíces en los débiles hábitos lectores de maestros y maestras y la forma exponencial con que sus consecuencias funestas se multiplican en la niñez y juventud. Contribuye a reforzar este panorama el encarecimiento de los libros que se venden en las librerías y el poco acceso que tiene a ellos la ciudadanía.
Las alcaldías, por lo general, aún no se están ocupando con la prioridad debida, de promover la cultura y cultivo de la lectura. Otros organismos comunitarios y organizaciones de la sociedad civil también debieran interesarse y promover estos hábitos esenciales para que otros aprendizajes se puedan alcanzar. En tanto, padres y madres de familia tomen conciencia y se comprometan en promover la lectoescritura en casa, estarán sentando bases firmes para el futuro profesional de sus hijos e hijas. En este orden, muchos comunicadores a cargo de diversos programas televisivos y radiales, muestran debilidades notables en sus formas de expresión, que sirven de contraejemplos para la ciudadanía, convirtiéndose en reproductores eficaces de las incorrecciones en el lenguaje.
Ciertamente hay iniciativas encomiables que promueven el interés por la lectura en niños, niñas y jóvenes. Sin embargo, no cuentan con la facilidad para apoyar a los centros educativos públicos.
Un esfuerzo importante de Usaid, en este sentido, es relevante de manera particular por las consultas que viene realizando con actores interesados y especializados de todo el país, con la intención de formular propuesta al Ministerio de Educación, que pudieran contribuir a la toma de decisiones y formulación de políticas educativas en este terreno.
A la par de estas iniciativas de algunos de estos esfuerzos, es preciso lograr que la matriz donde se origina esta problemática pueda ser controlada y superada. Una revisión del currículum de primaria y secundaria posibilitaría incluir o reforzar aspectos que fortalezcan procesos de afianzamiento de competencias de lectoescritura madura. Esto, sin embargo, no tendría mayor sentido si a la par no se lograra consensuar una política específica dirigida a intensificar la preparación inicial y permanente de la competencia lectora y escritora de maestros y maestras de primaria y secundaria.
*Doctorado en Educación y Didáctica de las Ciencias.


miércoles, 2 de septiembre de 2015

Una iniciativa educativa en memoria de Juan B. Arríen



Rafael Lucio Gil   IDEUCA   Educador e Investigador

Nace una iniciativa desde el Instituto de Educación, IDEUCA, y un equipo de personas que comparten el interés de formar el “Movimiento de Reflexión e Innovación Pedagógica Juan B. Arríen”. La misma quiere ser construida de forma compartida con las instituciones públicas y privadas y organismos de la sociedad civil, interesados y comprometidos con la educación del país. Este primero de Septiembre, se celebrará en el Auditorio Xabier Gorostiaga de la UCA, el evento de lanzamiento de la Proclama que presenta la razón de ser y los compromisos de quienes subscriban esta Proclama.
La Proclama se fundamenta en que la educación es factor fundamental para la transformación y el desarrollo integral del ser humano y la sociedad; la educación debe ser de calidad, inclusiva, intercultural y a lo largo de toda la vida; la educación es un derecho humano fundamental, una responsabilidad de todos y todas, que nos compromete.
El artículo 50 de la Constitución de la República enfatiza que las ciudadanas y ciudadanos tenemos derecho de participar en igualdad de condiciones en los asuntos públicos y la gestión estatal; en la formulación, ejecución, evaluación, control y seguimiento de las políticas públicas y sociales; el artículo 114 de la Ley General de Educación establece que todas las organizaciones civiles, instituciones, empresas y la sociedad civil en general tienen el deber y derecho de participar activamente en la planificación, gestión y evaluación del proceso educativo. El Plan Nacional de Desarrollo Humano (PNDH) 2012-2016 también reconoce que se potenciará la participación de la sociedad en el control social a la gestión pública.
Celebraremos el aporte de Juan Bautista Arríen a la educación y la importancia de mantener vivo su pensamiento, obra y acción, como muestra de nuestro agradecimiento y el de la sociedad, que se concreta en nuestro compromiso por la mejora permanente de la educación. Nos dejó su talante de educador ejemplar, pedagogo, filósofo, autor-escritor, deportista; de su pasión por la cultura, la conservación del medio ambiente y la interculturalidad; amigo de verdad, respetuoso de la persona humana, de la labor y potencialidades del magisterio y de la juventud; promotor de la diversidad de ideas y criterios, pero también del diálogo, de la necesidad de construir consensos, de la concertación educativa a partir de las diferencias, de la diversidad; a la vez que que su esperanza infinita por la mejora de la educación, y su labor incansable y permanente para que ésta cumpla su verdadero rol.   
Por ello queremos constituir el Movimiento con el  objetivo general de celebrar, conservar y difundir su memoria, obra y compromiso educativo con Nicaragua y su educación, para estas y las próximas generaciones, encontrándonos desde la diversidad, con riqueza de ideas y experiencias que puedan tener los estudiantes, maestros y maestras, organismos de la sociedad, empresa privada, iglesias e instituciones educativas, para  aportar a las transformaciones educativas con equidad, pertinencia, eficiencia y calidad, tal como Juan Bautista siempre lo quiso y trabajó por ello.
Se trata de crear un espacio con amplia participación de distintos sectores de la sociedad, en particular del sector educativo, para celebrar y potenciar la memoria, obra y acción de Juan Bautista Arríen; fortalecer puntos de concertación y vínculos de cooperación en favor de la educación, entre instituciones estatales y privadas, maestros y maestras y organismos de la sociedad, empresas e iglesias, así como promover la integración de maestros y maestras en núcleos de reflexión-acción en sus centros en torno  a esta iniciativa.
Este movimiento no pretende sustituir el rol y la responsabilidad de instituciones públicas y privadas según reza en la Constitución y Leyes de la República, ni sustituir la misión y propósitos de las organizaciones de la sociedad, empresa privada e iglesias que trabajan por la mejora de la educación. El movimiento es un espacio amplio de participación para la reflexión y propuesta, sin distinción alguna y ni exclusión de ningún tipo, desde la diversidad que nos debe caracterizar, para continuar su ideal y nuestro compromiso de aportar al mejoramiento de la educación nacional.  
Múltiples y diversas podrán ser las acciones de formación, capacitación, debates e intercambios de ideas y experiencias educativas que desarrollaremos en el marco de este movimiento. Estas serán parte de los compromisos que asumirán quienes se comprometan con esta iniciativa a todos los niveles y en toda la geografía del país.

1 de septiembre 2015

Enseñanza situada y aprendizaje significativo



Rafael Lucio Gil *

  • 23 Agosto 2015  
La educación por excelencia no puede ser abstracta, alejada de la vida cotidiana ni de las características y demandas del contexto. 
En las últimas décadas, la revolución tecnológica ha provocado aún mayores cambios en este sentido, lo que nos inspira con mayor radicalidad en este derrotero de entender la educación como un proceso que ha de estar profundamente situado en las particularidades específicas del país, conjugadas desde la unidad en la diversidad.
Esto es relevante, por cuanto los aprendizajes más efectivos lo son, en la medida que responden a las características de cada sujeto, estando situado en un contexto específico con características y demandas que difieren de las de otros contextos.
Paradójicamente a esta inspiración necesaria de respeto a la diversidad de contextos, la globalización y su revolución tecnológica aspiran, más bien, a unificar contextos, culturas y enfoques educativos, dejando de lado especificidades y diversidades de los países, comunidades y personas.
Pero mientras los cambios drásticos del mundo actual son excesivamente rápidos, los de la educación caminan sumamente lentos, lo que plantea enormes brechas entre las demandas del desarrollo del país y sus localidades, y la capacidad de respuesta de su educación.
Esta intencionalidad de respetar la diversidad, ha permeado relativamente los ámbitos simbólicos del discurso educativo y los currículos. En nuestro caso, los currículos de los distintos niveles y modalidades educativas expresan intencionalidades que también se refieren, aunque parcialmente, a los contextos y sus requerimientos  específicos; no obstante, por lo general lo hacen más por responder a una moda, que por comprender esa necesidad y comprometerse con su puesta en práctica.
Al haberse diseñado los currículos con estas características, es obvio que ello tiene severas consecuencias para la enseñanza, la evaluación y el aprendizaje. Adicionalmente, cuando los maestros y maestras se forman también desde este mismo enfoque, sin evidenciar la atención a la diversidad y situar la enseñanza en los contextos específicos de los estudiantes, la respuesta del aprendizaje será deficitaria, sin significado ni utilidad alguna.
Por estas y otras razones es que, si bien es cierto el país requiere un Currículum General, con apertura a que pueda ser situado y adaptado a las circunstancias y demandas de cada contexto, también lo es que al nivel local se logre completar este Currículum con un Currículum Local, en el que se patenticen las particularidades y demandas del departamento y sus municipios.
Los principios de la didáctica actual otorgan gran importancia, no solo al Currículum Local sino, sobre todo, a que los contenidos de enseñanza surjan de las necesidades y particularidades del contexto, respondiendo de manera situada a los imperativos locales, los que, a su vez han de estar articulados con el Currículum General del país, en el que se reflejan aquellos contenidos, competencias y valores que nos unen como nación.
Lo dicho demanda que los contenidos de enseñanza se expresen en actividades de aprendizaje, y faciliten a los estudiantes estrechar vínculos entre sus saberes previos construidos en sus interacciones con el contexto familiar y comunitario, y los saberes de las disciplinas correspondientes. 
Las investigaciones en didáctica moderna han demostrado que, cuando estas actividades se realizan solo transmitiendo saberes separados de los contextos y situaciones que viven los estudiantes, en el momento que estos requieran aplicarlos al contexto con utilidad, se sentirán totalmente imposibilitados de transferir lo que aprendieron en un contexto académico, sin vínculos con lo cotidiano.
Lo anterior explica que la mayor parte de lo que aprenden los estudiantes de los distintos niveles,  desconectado del contexto cotidiano y no situado en sus demandas y características, quede limitado a ser reproducido solo al interior del aula para el examen, pero sin  posibilidades de ser  aplicado en los contextos diarios. Esta es, quizás, la principal tragedia que imposibilita el logro de una calidad educativa auténtica, con aprendizajes significativos y útiles para el desarrollo del país.

*(Ideuca), Educador, Investigador.